Así lo expresa con gran convicción Marcela Guerra Herrera, Gerenta General de la CORFO e ingeniera civil Industrial titulada en la Universidad de Santiago de Chile.
“La Usach es una gran universidad. Mi padre decía que era una universidad de barrio como la mejor del centro. Yo estoy muy contenta de haber estudiado en esta institución, estoy feliz con la gente que me tocó compartir, de quienes aprendí mucho, especialmente mis profesores”, manifiesta.
En abril de este año Marcela Guerra Herrera, ingeniera civil industrial por la Universidad de Santiago de Chile (Usach), fue nombrada gerente general de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), convirtiéndose así en la primera mujer en ocupar ese cargo en esta emblemática agencia gubernamental creada en 1939.
Esta destacada egresada de la Usach venía de ocupar el cargo de subdirectora de Operaciones y Procesos, durante casi diez años, y otros cargos de subdirección en el principal organismo de fomento productivo del país, al cual llegó siendo aún estudiante del Departamento de Ingeniería Industrial (DIIND), en el año 1994.
Marcela Guerra recuerda que llegó a la CORFO a realizar su práctica profesional y luego su memoria de título. Una vez graduada se incorporó a la entidad, en el segundo gobierno de la transición, cuando recién se comenzaban a implementar programas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas. Según relata, llegó a un equipo de personas con gran experiencia, de quienes adquirió un gran aprendizaje en el diseño y en las herramientas que el Estado ponía a disposición de las pequeñas y medianas empresas.
Si bien cuando estudiaba la carrera de Ingeniería Civil Industrial se imaginaba trabajando en una empresa -también quiso ser psicóloga antes de decidirse por ingeniería-, hoy en la perspectiva del tiempo esta titulada de la Usach asegura que trabajar en el mundo público genera un importante enriquecimiento respecto del tipo de cosas que se pueden hacer, y desde dónde puede estar hacer un aporte significativo.
“No necesariamente un aporte para que un grupo empresarial genere mejores productos, más bien estás aportando al desarrollo del país, y eso involucra dejar un grano de arena para tus hijos, tus nietos, para que este sea un mejor país”, sentencia.
La vocación de servicio público queda en evidencia al conversar con Marcela Guerra. Esta ingeniera civil industrial sostiene que su vida laboral en la mayoría de las áreas de la CORFO le ha permitido conocer diferentes aristas del quehacer del Estado en favor de las empresas para generar mecanismos de desarrollo. Todo lo que se hace es “para que este país brinde oportunidades a todas las generaciones que vienen. Eso me ha marcado harto”, enfatiza.
Los inicios de una carrera ascendente
Marcela Guerra tiene buenos recuerdos del Departamento de Ingeniería Industrial y de la Universidad. Dice que decidió estudiar Ingeniería Civil Industrial por el conocimiento que adquirió acerca de esta carrera de personas que la habían estudiado. “Descubrí que era un mundo bien interesante, yo tenía ciertas habilidades para los temas matemáticos y físicos”. puntualiza.
Una vez matriculada en la Universidad de Santiago de Chile vino lo mejor, según recuerda. “Descubrí un mundo con tanta diversidad respecto a lo que había sido mi entorno, y con gente tan pro, tan aperrada, tan auténtica, que dije esto es lo mío”.
La gerente general de la CORFO recuerda con entusiasmo la experiencia de compartir clases con estudiantes de otras ingenierías en los primeros años y armar equipos de estudio, que finalmente se convirtieron en sus compañeros de vida. “La interacción con los profesores y con toda la diversidad de la Universidad me encantó”, asegura.
Otro aspecto que destaca de proceso formativo en la Universidad fue la disponibilidad de recursos e infraestructura que había para enfrentar las distintas etapas de la vida universitaria. “La biblioteca era maravillosa, contar con una sala de computadores, espacios exclusivos para estudiar, las áreas verdes, todo eso es impagable. Uno ve hoy en día otras universidades, que son solo edificios, sin áreas recreativas. Por eso es un gran valor el campus único de la Usach”, manifiesta.
Marcela Guerra asegura que la formación en Ingeniería Civil Industrial ha sido relevante en su desarrollo profesional. En este sentido, dice que la manera de pensar que adquirió en ingeniería ha sido fundamental en su vida laboral. “La capacidad de hacer relaciones, pensar todo como una matriz de doble entrada, porque me ha servido para poder relacionar cosas que no son tan evidentes, y que en mi desarrollo profesional, yo diría que eso ha sido bien importante”, explica.
Esta sobresaliente egresada del Departamento de Ingeniería Industrial de la Usach ocupa la gerencia general de la CORFO, cargo que reporta directamente a la Vicepresidencia Ejecutiva. En su labor aborda principalmente la organización y la definición de los temas que pasan al Consejo de la corporación, lo que redunda finalmente en la implementación de políticas públicas para el emprendimiento, la innovación y la competitividad del país. Todo ello con el resguardo de los marcos legales, las políticas y las estrategias que la actual administración desea implementar en cuatro años.
“Todo tiene un proceso y las cosas pasan cuando tienen que pasar”
Desde su posición en alta dirección pública, y también como ex alumna del Departamento de Ingeniería Industrial, Marcela Guerra insta a los jóvenes estudiantes de esta unidad académica a creer en sus capacidades y valorar el esfuerzo y la constancia, que tarde o temprano, dice, tienen su recompensa.
En esta perspectiva, la profesional asegura que “el esfuerzo, la dedicación, y la seriedad con que uno se tome los trabajos que hace, o las cosas que emprende, se va a ver reflejado en los resultados, más tarde o más temprano, pero se ve reflejado”, asevera.
Marcela Guerra también invita a los estudiantes del DIIND a ser fiel a sus convicciones, sin dejar de decir lo que uno piensa de manera respetuosa y adecuada, según las circunstancias, de manera tolerante, y de forma pertinente. “Lo que he aprendido en este período es que la meritocracia existe, el desempeño si se valora y se reconoce, quizás no todo lo rápido que uno quisiera. Las nuevas generaciones quieren retribuciones mucho más rápido, y las cosas tienen un proceso y pasan cuando tienen que pasar”, señala.
Finalmente, la egresada de la Universidad de Santiago de Chile define lo que es para ella la unidad académica que la formó. “El Departamento de Ingeniería Industrial me dio las herramientas para ser lo que hoy en día soy”. Y concluye diciendo: “yo creo que una se trae un pedacito de su Alma Mater en la manera de actuar y de gestionar. Yo espero representar los valores de la Usach en lo que hago”.